Drug addiction and delinquency can be
separated, but they often appear together, especially in addicts with scarce economic
resources. Moreover, there is an additional risk for this type of person: entering prison.
This article, the main part of a research project for a doctoral thesis, focuses on these
three issues, in a study parallel to an intervention with drug addicts in a prison
environment. Three objectives are set, referring to the design, execution and evaluation
of the changes produced by the intervention. The programme for drug dishabituation
approaches the problem from the point of view of the addicts health, with health
being considered as a global concept. The perspective of the drug-addiction programme is a
biopsychosocial one, and its objectives are progressive. Their fulfilment requires the
co-operation of external and community resources. A total of 64 addicts participated in
the programme, in five consecutive groups each with 5 months of dedication, making up a
total of 3 years of intervention in the prison. The data show that after the programme
only 4.7% of participants continued to consume drugs. In the follow-up 3 months after
completion of the programme, 26% remained abstinent.
Las drogodependencias y la delincuencia común pueden aparecer de forma
separada. Sin embargo, frecuentemente aparecen juntas, especialmente para adictos con
escasos recursos económicos. Para esta población existe otro riesgo: la entrada en
prisión. Este artículo, parte principal de la investigación realizada como tesis
doctoral, se centra en esos tres temas: se trata de una investigación paralela a una
intervención con personas drogodependientes en el contexto penitenciario. Se plantean
tres objetivos que hacen referencia al diseño, ejecución y evaluación de los cambios
producidos por la intervención llevada a cabo. El programa realizado paro la
deshabituación de drogas considera el problema desde el punto de vista de la salud del
adicto, considerando la salud como un concepto global. Con un enfoque bíopsicosocial de
las drogodependencías, los objetivos planteados son progresivos y para el logro de los
últimos es necesaria la colaboración de recursos comunitarios y exteriores. En el
programa han participado un total de 64 presos adictos, separados en cinco grupos
consecutivos, durante cinco meses de intervención con cada grupo, lo que ha supuesto un
total de tres años de intervención en el centro penitenciario. Los datos reflejan que
tras la realización del programa sólo el 4,7% de los participantes siguen consumiendo
drogas. En el seguimiento realizado a los tres meses de la finalización, el 26% sigue
abstinente.